miércoles, 3 de junio de 2009

Carritos de paletas, tazos y Milo

Hay aspectos de la vida que probablemente a muchos seres humanos les toma meses, o incluso décadas asimilar (me incluyo en la lista).
Por ejemplo: ¿cómo se sostienen los carritos de paletas de Crem Helado? Dicho de otro modo más específico: ¿cómo hace una empresa que tiene más de cincuenta carritos de paletas, donde la mayoría a lo mucho sólo vende dos paletas diarias? En serio no lo digo con intenciones propias de una persona que mira todo con desdén, simplemente es un interrogante al que llevo como diez años tratando de suministrarle una respuesta coherente basada en datos contrastables con la realidad (ese concepto de realidad se presta para una larga discusión, pero bueno). ¿Pagan por lo que vendan?, o ¿tienen un sueldo fijo? No sé, si es por sueldo fijo, creo que la empresa habría entrado en quiebra hace mucho tiempo.
Cuando yo tenía diez años, los carritos de paletas eran como la salvación de la vida, una esperanza para aquellos que vivían sumergidos en una profunda y caótica crisis existencial, una manera de llenar todos los vacíos de tu vida sin necesidad de irte por caminos de peor índole (...); las paletas te proporcionaban al menos un poco de cariño. Pero noto que ahora es diferente, ahora ves un carrito de paletas pasando por la cara de un niño, y el niño ni se mosquea, no le da la más mínima importancia.
Lo mismo va para los tazos que vienen en los chitos: todo el mundo los ignora, pobrecitos.
En cambio, hace unos años veía a los niños muriendo de emoción, con la prosodia en acción ante un pinche tazo de pasta que en el mundo hace lo mismo que suelen hacer los adornitos “fashion” que mencioné en otro de mis artículos.
Entonces, ¿están avanzando cognitivamente? [los niños], ¿van como la “Curva de desarrollo en U” que mencionan los modelos conexionistas al hacer referencia al lenguaje (verbos regulares, irregulares, Sobrerregulación...)?, ¿o sencillamente las paletas ya ocasionaron el famoso “Efecto inundación”? Quién sabe, habría que ver, en mi opinión, las paletas siguen siendo ricas.
Por otro lado, he estado cuestionándome unas cuantas cosas, entre esas: el Milo. Pero no voy a darle muchas vueltas al asunto, nada más dejo la inquietud.
Si le echas sal al Choco Listo, ¿sabe a Milo?, ¿será? (un poquito de sal, ahora no seas tan bestia y no vayas a hacer como cierta persona que conozco, que le echó un kilo de sal al Cheese Cake pensando que era azúcar, pero igual se lo comió “para no desperdiciarlo”; sin lugar a dudas esa persona necesita mínimo treinta años de terapia).

4 comentarios:

  1. uy mi vida que analisis tan bakno, t felicito mi vida sigue haci,ojala cumpla con todos tus logros por q tienes un don y ojala lo aproveches....t deseo lo mejor de lo mejor.....t quiere ivan...besos

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  2. Corazón que análisis tan bueno, ¿sabes que yo también tenia ese mismo interrogante?, que buen ejercicio este de escribir y desarrollar las preguntas y pensamientos de esta manera, de verdad que felicitaciones…
    Me parece excelente tu escrito, un abrazo enorme
    Carlos M

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  3. es muy interesante ver como alguien puede hacer tanto con tan poco.

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  4. Omg :O
    sin palabras!!
    te deseamos lo mejorr de lo mejor i sigue asi!
    te felicitamos!!

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